domingo, 5 de abril de 2015

Yo me quedo en Semana Santa

Esta Semana Santa echaré hacia un lado la tradición mundana, me cohibiré de visitar playas y demás placeres, porque en verdad pienso que la Semana Mayor es para la reflexión, el perdón y el comedimiento
Me iré de retiro a la montaña a disfrutar de la benevolencia de  la madre naturaleza. Allí contemplaré la belleza del Divino Creador y caminaré por el bosque y reiré como un loco hasta colmar mi alma de alegría.
Entre el medio de la soledad, meditaré en silencio sobre las palabras  del Señor. Albergaré amor en mi corazón porque sé que la vida es corta para darle refugio al odio.
Leeré la Biblia, sobre todo el libro del Predicador Eclesiastés, para ver cómo me despojo de mi  vanidad y reconocer que las cosas materiales no me pertenecen porque algún día dejaré todo y me iré de este mundo tal como llegué, con las manos vacías. Porque todo es vanidad.
Además visitaré la iglesia del barrio y me congregaré con los feligreses. Oiré el tradicional Sermón de las 7 Palabras y ese día concentraré mi atención a las plegarias del cura.
También repasaré los versículos del Rey Salomón para determinar si con su  sabiduría aprendo a discernir entre lo bueno y lo malo, y cómo vivir en este mundo abrumado por la violencia y la intolerancia social.
Si el tiempo lo permite, igualmente releeré los relatos del Rey David para que su justicia y equidad toquen mi alma y me permitan  alejarme de las manifestaciones profanas.
Asimismo, repasaré la historia del desventurado Job, a quien el Señor puso a prueba, para recordarme que Dios existe y a quien siempre hay que temer.
En definitiva, yo me quedo en Semana Santa para unirme a la feligresía a conmemorar la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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